Agosto
Las dehesas de Sevilla y el Hueznar
El cálido agosto pinta de dorado,
en los montes antiguos de Cazalla,
un tapiz bajo árboles frondosos,
y en el Hueznar persiste la muralla
almenada de fresnos, álamos, alisos,
que anclando sus brazos en el río
al calor del estío ganan la batalla.
En la sombra, mirando las aguas,
las antes verdes moras se oscurecen,
las lustrosas adelfas aún florecen,
los agudos juncos pinchan el aire
mientras en derredor todo adormece.
Flores voladoras, rojas, azules, amarillas,
las libélulas recorren las orillas
brillando con la luz que filtra la floresta
en un baile veloz como saeta.
